Las secuencias de asanas que se crean en una clase de vinyasa yoga constituyen un excelente medio para explorar la sucesión de momentos producidos en una situación consciente que logramos a través de focalizar la atención en la unión de movimiento y respiración. Así pues, vinyasa puede ser una forma de yoga, pero también es el proceso consciente que ocurre de forma natural cuando ordenamos las circunstancias de forma adecuada.

La mayoría de las veces, en nuestro intento de alcanzar un estado meditativo o concentrar la mente en un punto, de forma espontánea empiezan a surgir fuerzas contrapuestas que impiden tal fin. El proceso de vinyasa permite pues que dichas fuerzas, contextos y perspectivas contrapuestas surjan, y en el momento justo, antes de que una narrativa empiece a iniciarse o divaguemos, introducir de forma consciente un elemento que equilibre y retome la dirección.

El ejemplo más obvio de vinyasa es el movimiento de inhalación y exhalación. Fuerzas opuestas de ascenso y descenso, de activación y relajación, de expansión y contracción. Cuando observamos de forma detenida este proceso, ambos patrones permanecen presentes de forma consciente en nuestro sistema nervioso y en nuestra conciencia, siendo testigos de la paradoja de la contradicción. Con práctica, la mente encuentra la calma a través de la observación consciente de la aparición de fuerzas opuestas.

Aprendemos a estar concentrados y conscientes mientras soltamos cualquier expectativa de lograr un resultado concreto , rindiendo las demandas del ego al tiempo que calmamos la mente, todo siendo conscientes de la complejidad de lo que sea que acontece. Cultivando una mente abierta, inquisitiva y de aceptación en la controlada estructura de la práctica, el encuentro con las diferentes paradojas y lo desconocido empiezan a sentirse cómodos e interesantes en lugar de amenazantes. De forma gradual, los habituales patrones de comportamiento y pensamiento preconcebidos se disuelven y , de esta forma, nos hacemos más libres de los condicionamientos impuestos por la mente.

En la práctica de vinyasa yoga el cuerpo y la respiración son el vehículo y la herramienta de acceso a estados más profundos de autoconocimiento y conciencia. La práctica física dinámica ayuda a depurar el organismo, a crear ligereza y a evitar el estancamiento, tanto físico como mental ayudándonos así adquirir una visión interna y externa clara y ecuánime.

Detalles de la clase
Duration:60 min
Location:Sala Sadhana
Class Size:10